En enero 2012, tras caer derrotado por Rafa Nadal en las semifinales del Open de Australia, Roger Federer sorprendía con unas declaraciones:
"No lo lamenten tanto por mí. Vean que no había perdido hace alrededor de cinco meses, no es tan malo. Obviamente me hubiera gustado salir delante y tener una chance de ganar el título acá otra vez. Este ha sido uno de los torneos más exitosos. Es la novena vez seguida que estoy en semifinales. Claramente estoy decepcionado. Pero lo importante es la reacción de ahora en adelante... '¿A dónde voy ahora?' Necesito reaccionar bien como lo que hice después del US Open".
Y es que tras la derrota ante Novak Djokovic en el USA Open de 2011 desaprovechando dos Match Point al servicio y un descanso por seis semanas, el jugador suizo cerraba el año con los títulos de Basilea (ATP 500), París (MASTER 1000) y su sexto título en el Torneo de Maestros.
Luego, en un calendario estudiado meticulosamente, llegaron las victorias en Dubai (ATP 500) Y Roterdam (ATP 500), como la victoria al aire libre en Indian Wells (MASTER 1000), para tras la eliminación en Miami ante Andy Roddick volver a tener un periodo de descanso por cinco semanas.
Aspecto que creo que no planifican tan acertadamente ni Rafa Nadal, que en sus años de grandes éxitos suele vivir de la inercia que le dan las grandes victorias en tierra batida, ni Novak Djokovic un jugador que una vez incapaz de mantener su racha de victorias del 2011 ha visto perder su lugar en lo más alto del Ranking. Ambos jugadores prácticamente han jugado todo desde enero. En la actualidad el jugador español se recupera de una lesión de rodilla, mientras el serbio reconoció estar un tanto saturado en estos momentos.
La temporada de tierra batida, comienza con una gran victoria en la polémica tierra azul de Madrid (MASTER 1000), para continuar haciendo semifinales tanto en Roma (MASTER 1000) como en Roland Garros (GRAND SLAM), ambas derrotas ante Novak Djokovic. Solo 15 partidos sobre tierra batida, con lo que desgastan. ¿Cuántos han jugado Rafa y Nole?.
Inesperada derrota en la final en Halle (ATP 250) ante Tomy Hass, para llegar al momento programado para la reconquista del número 1, llegamos a Wimblendon.
Y aquí, en la hierba londinense, donde Roger ha escrito sus más brillantes victorias, llegaba el primer chance de verdad. Si logra la victoria en el torneo, además de lograr su decimoséptimo Grand Slam, recuperaría el primer puesto y por lo tanto romper el record de Sampras como líder en semanas en lo más alto del ranking.
Y así ha sido, con un tenis fluido, en una apuesta de recuperar el dominio de los partidos con un juego agresivo de saque y red, pudo dar la vuelta a dos set en contra ante Benneteu en tercera ronda y dejar sin recursos a todo un Novak Djokovic en semifinales.
La final ante Andy Murray, nos ha dejado quizás el prólogo de los últimos capítulos de una historia que solo el suizo sabe cuando acabará… de momento dentro de tres semanas, de nuevo en Londres y sobre la hierba de Wimbledon, los Juegos Olímpicos en juego.
Y al suizo le falta la medalla de oro en individuales, no lo descartemos, no volvamos a cometer el mismo error.
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